viernes, 15 de julio de 2011

La Ley del Orden





POR CESAR CHUPINA. En esta oportunidad, el tema de mi interés es La Ley del Orden. Tengo una razón personal y la otra académica por la cual quiero desarrollarlo.

Primero que nada, a nivel personal siempre he sido una persona muy ordenada. En el sendero esotérico he leído mucho, he investigado mucho, he sido inspirado mucho… El rosacrucismo ha contribuido a ordenar todo eso. En cuanto al conocimiento lo sigo encontrando fuera de sus enseñanzas y al reconocerlo veo que voy por buen camino sin aventuras arriesgadas como antes.

Además, nunca olvido que para afiliarse, en el formulario se le pregunta a uno sobre el Orden. Si éste es o no importante en el Universo. Así como si uno cree en Dios o no. La respuesta ambas es, en mi lógica, si y si.

En el aspecto académico, es de lo primero que uno aprende en AMORC. Y va uno dándose cuenta que efectivamente, todo obedece a esta Ley y uno mismo (cualquier ser humano) es una prueba fehaciente del Orden. Partiendo de allí todas las demás leyes vienen a contribuir al Orden.

Yo ingresé a la Orden Rosacruz para darle sentido a mi vida. Y parte de ese sentido es hacer consciente de la Ley del Orden. Me trajo una anécdota sensacional con mi difunto abuelo. Después de morir me dijo que iba a heredarme algo y poco a poco voy descubriendo que es el rosacrucismo, el cual me llegó a través del manual que él manejaba lo que me hizo acercarme a la Orden.

Dicho manual se sumó a una serie de símbolos que siempre estuvieron cerca de mí (en mi cuarto y al lado de mi cama) tales como la Cruz (llave) egipcia, el compás y la regla, el círculo con el punto, el cinturón dorado Martinista, el triángulo, la espada y las máscaras (en teatro se usan muchas). Obviamente eran reminiscencias de vidas pasadas y a la vez recordatorio de mi destino.

Cada uno de dichos símbolos se manifestó en su debido momento dándome una anécdota hermosa e interesante. Detrás de las mismas siempre la Ley del Orden. Por mi propia personalidad nunca he tenido una experiencia mística ya que prefiero estar más en la tierra mientras esté encarnado que en otro lado. Pese a ello considero místicos los momentos de inspiración (artística y cotidiana), de contemplación de la naturaleza, de agradecimiento ante el Cósmico… en fin… la vida en sí es un milagro como para estar buscando cosas que en este momento llamo “raras” por llamarlas de alguna manera aunque en el fondo sé no lo son. Pero que por evolución quizá no hayan llegado.

LA LEY DEL ORDEN OBEDECE A UNA INSTRUCCION. Esa instrucción la dio Dios al crearlo todo. Basta leer el primer capítulo del Génesis para darnos cuenta de ello. En la Biblia de Jerusalén leemos que Dios separó las cosas y las llamó por su nombre, dio atribuciones y asignó funciones. La pintura de Hortensia Jiménez con la que ilustramos el presente nos recuerda que El “andaba sobre las aguas” y las separó… es decir, empezó a ordenar el Universo en el cual nos desenvolvemos…

En un sentido elemental, el Orden se comprende como un lugar para cada cosa y cada cosa en su lugar.

EL LENGUAJE EN SI NOS DEMUESTRA LA LEY DEL ORDEN. Existe una palabra para nombrar cada cosa y eso lo aprendemos desde que aprendemos a comunicarnos… es decir desde muy niños cuando desarrollamos la aptitud del lenguaje.
Así sabemos que una mesa no es para sentarse. Que una silla es para sentarse. Que las tazas no se colocan en el suelo. Se colocan en un estante.

El Orden está en la Naturaleza. Lo vemos en el Macro y en el Microcosmos. Planetas y Galaxias responden al Orden. El Planeta Tierra responde al Orden. El Tiempo responde al Orden. El Hombre y la Mujer responden al Orden. El Cuerpo Humano responde al Orden.

Dentro del Hombre y la Mujer todo está ordenado. Pero el orden interior es más complejo y no obedece sólo a lo corpóreo. Tiene una dimensión “espiritual”, la cual abarca todo aquello que tenemos adentro.

El Orden interior es concordancia entre pensamientos, sentimientos, palabras y actos.se consigue conociendo lo externo e interno en el hombre y la mujer. Se consigue a través de un sendero que da A M O R C: El Sendero Rosacruz.

Aquí la experiencia individual es muy significativa. Pues bien, ahora les voy en mi experiencia doy fe de lo que significa andar en el Sendero Rosacruz. Mi estado interior actual se lo debo al Sendero Rosacruz. Siempre he estudiado cosas espirituales y acumulé mucha información al respecto. En el Sendero Rosacruz la ordené. Es una de las razones por las que con lo primero que me identifiqué fue la Ley del Orden.

Por mi propia personalidad nunca he tenido una experiencia mística ya que prefiero estar más en la tierra mientras esté encarnado que en otro lado. Pese a ello considero místicos los momentos de inspiración (artística y cotidiana), de contemplación de la naturaleza, de agradecimiento ante el Cósmico… en fin… la vida en sí es un milagro como para estar buscando cosas que en este momento llamo “raras” por llamarlas de alguna manera aunque en el fondo sé no lo son. Pero que por evolución quizá no hayan llegado.

Lo importante es que en el Sendero Rosacruz ordenamos nuestra información, nos conocemos más y conocemos las leyes superiores. Nos apasionamos. Nos divertimos. Nos entretenemos.

En el Sendero Rosacruz reconocemos la Ley del Orden al hacer la cama. Es obvio que cuando hacemos la cama hay un desorden que estamos ordenando para que todo se vea bien en nuestro cuarto.

En el Sendero Rosacruz reconocemos la Ley del Orden al oír música. Aunque no andemos en el Sendero Rosacruz sabemos que la música responde a Leyes que la ordenan y hacen ser lo que escuchamos.

En el Sendero Rosacruz reconocemos la Ley del Orden al comer. Comer no es sólo meternos algo al cuerpo o tragar cosas. Comer responde a la Nutrición, a alimentar nuestras células, a que nuestros órganos funcionen correctamente. A adquirir energía.

En el Sendero Rosacruz recocemos la Ley del Orden al ir por la calle. Si pasamos el semáforo en rojo sabemos lo que puede pasarnos. Si buscamos una dirección lo hacemos de cierta manera. Sabemos dónde abordar el autobús.

En el Sendero Rosacruz reconocemos la Ley del Orden al expresarnos. Al hablar lo hacemos de manera articula. Hay aspectos de la Gramática como la Morfología, Sintaxis, Prosodia y Fonética que empleamos. El Lenguaje no verbal también responde a ciertas características de ordenamiento de mensajes. Son códigos ordenados que utilizamos para entendernos.

En el Sendero Rosacruz reconocemos la Ley del Orden al pasarnos algo. Esta sí que es una característica propia del Sendero rosacruz. Cuando nos sucede algo bueno o malo no cuestionamos por qué porque sabemos que todo lo que hacemos, pensamos o decimos tiene consecuencias. Tampoco buscamos culpables o cometemos la injusticia e indignidad de echarle la culpa a Dios. Por ello, el Sendero Rosacruz es un estilo de vida tan arraigado en lo íntimo que muchos lo confunden con religión.

En el Sendero Rosacruz LA VIDA ES EL PROPIO LABORATORIO. Lo cotidiano es importante. Todo tiene lugar y sentido. En el Sendero Rosacruz se trabaja en uno mismo. Por ello se insiste en aquello que dijeron los griegos: “Conócete a ti mismo”. No hay tiempo para ver a los demás nunca…

En el Sendero Rosacruz reconocemos la Ley del Orden en otras Leyes. Y todo mundo sabe que cuando un Congreso o un Senado legisla es para ordenar las sociedades. Pues esto también es un reflejo de lo que Dios ha hecho por aquello de que somos su Imagen y Semejanza.

EN EL SENDERO ROSACRUZ RECONOCEMOS LA LEY DEL ORDEN EN LA ARMONIA: Reflejamos nuestro estado interno (orden o desorden) .Generalmente se nos dice cuando iniciamos el sendero que qué nos pasó que cambiamos tanto, que nos vemos más felices, que hemos hasta rejuvenecido. A mí me lo han dicho.

EN EL SENDERO ROSACRUZ RECONOCEMOS LA LEY DEL ORDEN EN EL KARMA: Lo que hacemos tiene consecuencias (de orden o desorden). Sencillamente nos hacemos responsables de lo que pensamos, hacemos y decimos.

EN EL SENDERO ROSACRUZ RECONOCEMOS LA LEY DEL ORDEN EN EL AMRA: Damos lo que tenemos (orden o desorden). Y qué es lo que debemos tener. En el Sendero Rosacruz o lo descubrimos o lo afirmamos. Yo apenas he mencionado estas tres cosas porque no me quiero alargar ni aburrirlos. Mi rollo, como dicen los jóvenes, es sencillamente compartir la alegría que siento al ir en este sendero y la utilidad que he tenido al respecto. En este sentido mi AMRA es mostrarles lo que ustedes pueden también tienen adentro y que muchos aún no han activado.