miércoles, 8 de junio de 2011

Guatemala no es Guatemaya



POR CESAR CHUPINA. Como decimos en la Logia RC, lo que hay que combatir es la ignorancia para que el hombre se libere y ésta no sólo se da en los planos esotéricos sino en todos los niveles de existencia.

Reflexionando al respecto yo agrego que la ignorancia nos hace hacer y decir estupideces que rayan en lo ridículo como aquella de querer solicitar al Congreso de la República que por decreto se cambie el nombre Guatemala por Guatemaya por el simple y sencillo hecho que un conductor de TV internacional ha dicho que “Guatemala es tierra de gente mala…”. Al respecto que dirían los guanacos de los chistes de mal gusto que hacemos de ellos los chapines...

Siguiendo ese razonamiento tendríamos entonces que censurar que hasta en telenovelas como “Soy tu dueña” nos señalen como un país de salvación para los malvados porque somos la tierra bendita para los narcos.

No cabe duda que los guatemaltecos por defender un nacionalismo trasnochando nos olvidamos de lo que verdaderamente importa que es la identidad. Como cuando se quisi censurar la película “La Jurado” porque ambientada en Guatemala no presentaba al verdadero Chichicastenango sino un estudio construido para la filmación con el pecado de que se decía ser ese paradisiaco lugar…

Pues volviendo a lo del cambio del nombre al país debemos ver primero que el término Maya es un invento de los estudiosos. Nadie sabe cómo se llamó la civilización que floreció, lo cual no es “pecado” tampoco porque lo mismo ha sucedido en otras latitudes como Egipto donde no sabemos realmente como se llamó teniendo únicamente como primera referencia la griega donde se le denomina “el país de la tierra negra”. Pero de ninguna manera Egipto…

Y aunque a nivel político y social valga que los indígenas por defender su identidad se llamen Mayas eso es harina de otro costal como para cometer la imbecilidad de molestar al soberano Congreso para que nos cambie el nombre.

La palabra Guatemala, como designación de un país determinado, apareció escrita por primera vez en un documento castellano, precisamente en la carta que Pedro de Alvarado envió a Hernán Cortés, desde Utatlán, el 11 de abril de 1524. En ella el Adelantado narraba las peripecias de su viaje de Soconusco a Utatlán, la ciudad quiché que destruyó, y allí escribió dos veces el nombre Guatemala. En una segunda carta enviada a Cortés, fechada el 27 de julio de aquel mismo año, escribió Alvarado que fue muy bien recibido en tierras tzutujiles, de la Costa Sur y de Cuscatlán, mencionando que ambas pertenecen a Guatemala.' Hernán Cortés también se refirió a la 'ciudad' de Guatemala en una carta dirigida a Carlos V y fechada en la ciudad de México el 15 de octubre del citado año 1524.

En los tres documentos citados, el nombre Guatemala se escribe igual que en la actualidad; se trata, sin duda, de la forma castellanizada de Quauhtemallan, nombre con que los mexicanos que acompañaron a Alvarado y a Cortés designaban a la 'capital' cakchiquel. El nombre Quauhtemallan aparece en la Lámina 81 del Lienzo de Tlaxcala en la que se hace referencia a la conquista de Iximché.

En aquellos años del siglo XVI, aparentemente no hubo problemas para escribir el nombre Guatemala con esta grafía. Sólo en algunas actas del Cabildo de Santiago, recogidas en el Libro Viejo, se cambia Guatemala por Guatimala. Años más tarde, ante la dificultad de hallar el significado etimológico de la palabra Guatemala, algunos historiadores y lingüistas sugirieron algunos cambios en la grafía del vocablo indígena original.

Cuando Alvarado decidió fundar en Iximché la ciudad de Santiago, centro político del nuevo territorio de la Corona española que se estaba ganando a los indios, se inició el proceso de cambio del sentido geográfico del vocablo Guatemala. Ya no fue, entonces, el nombre de una ciudad o de un pueblo indígena sino el de una nueva provincia, y como 'Provincia de Guatemala' apareció en el Libro Primero de Cabildo o Libro Viejo. Así la llamó Alvarado, en enero de 1526, en su exposición al Cabildo, a cuyos miembros recordaba que él había venido a conquistar estas tierras y que fundó la ciudad de Santiago. De igual manera la llamó Sancho de Barahona, Procurador de la ciudad en 1527, al presentar su requerimiento en contra de los diezmos; y cuando Jorge de Alvarado asentó la ciudad en Almolonga declaró que este 'sitio es término de la provincia de Guatemala'.

Cuando Carlos V nombró a Pedro de Alvarado Gobernador y Capitán General, la provincia adquirió una dimensión más amplia y oficial: De allí en adelante el nombre Guatemala designó no sólo a la ciudad o a la provincia, sino a la Audiencia y Cancillería Real, la Capitanía General o Reino de Guatemala, que se extendía desde Chiapas hasta Costa Rica. Tal designación se mantuvo hasta el 1º de julio de 1823, cuando las antiguas provincias decidieron cambiar el nombre enraizado en su historia desde los albores de la época colonial, por el de América Central. Desde 1847, Guatemala designó sólo a la república de este nombre.

En los años iniciales no hubo problemas con el nombre Guatemala. Para los habitantes de entonces, designaba a la ciudad y a la provincia de los cakchiqueles, que eran los 'guatemaltecos' por derecho propio. El idioma de éstos, asimismo, se conocía como guatemalteco. Con el paso de los años los historiadores y lingüistas comenzaron a preocuparse por averiguar el origen del nombre y asignarle un significado etimológico. Fuentes y Guzmán dijo que el nombre derivaba de Jiutemal o Juitemal, un legendario rey cakchiquel; o bien que podría venir de la palabra indígena Coctemallan, que quiere decir palo de leche.

Para Francisco Ximénez, el vocablo original fue Cuahuitimal, que quiere decir fuente de donde se extrae el betún amarillo. Jorge Luis Arriola recogió éstas y otras etimologías de la voz Guatemala, presentadas durante muchos años por diversos investigadores, y resumió la siguiente información:

•Para Domingo Juarros el nombre se deriva de Quautemalli, que significa palo podrido

•Francisco de Paula García Peláez lo hizo derivar de Guhatezmalhá, o cerro de agua

•Manuel García Elgueta lo relaciona con Quauhtlimallán que quiere decir águila cautiva

•Walter Krickeberg indicó que el nombre se origina de Cuahtemallan, que significa entre montones de madera.

•Arriola, como lo creyó también Adrián Recinos, después de analizar éstas y otras explicaciones llegó a la conclusión de que la geonimia significa, interpretada en una forma más libre, lugar de bosques o sitio boscoso. Recinos asignó el mismo significado a la palabra 'quiché', es decir, tierra de muchos árboles, y agregó que 'el mismo significado tiene la palabra náhuatl Quauhtlemallan'.


En vista de que los lingüistas no han podido ponerse de acuerdo sobre la etimología de la palabra Guatemala, hay que buscar otros medios para resolver el problema. Algunos especialistas sugieren un análisis comparativo del nombre de otras localidades del país, que se pueden considerar contemporáneas y de las cuales se conoce también el nombre original.

Las fuentes indígenas mexicanas también se refieren a las relaciones con habitantes de Guatemala en la misma época anterior a la Conquista. En la Relación del origen de los indios de la Nueva España se dice que Ahuitzotl 'fue rey tan valeroso que extendió su reino hasta la provincia de Guatimala, que hay de esta ciudad de distancia trescientas leguas, no contentándose hasta los últimos términos de la tierra que cae al mar del sur'. Francisco Javier Clavijero amplió la información y escribió que Tliltototl llevó sus armas victoriosas hasta Quauhtemallan o Guatemala, a más de novecientas millas al sudeste de México…

Aún cuando no fuera cierto que ejércitos mexicanos llegaron hasta Guatemala, el mismo Clavijero afirmó que sí invadieron Soconusco y que sometieron este territorio al reino de Ahuitzotl y que desde allí pudieron llegar las avanzadas de comerciantes mexicanos hasta el Altiplano central de la actual Guatemala, siguiendo el procedimiento que, según Hernando Alvarado Tezozomoc, se utilizaron para conquistar territorios situados en el sur del Valle de México. De acuerdo con este cronista, en efecto, los comerciantes eran la avanzada de los reyes mexicanos en la conquista de nuevas tierras.

No tendría nada de extraño que grupos de aquellos tratantes o mercaderes, como los llama Tezozomoc, hubieran visitado muchas veces las ciudades indígenas que, por conveniencia, identificaban con nombres mexicanos. Estos, en la mayoría de los casos, eran simples traducciones de los nombres locales expresados en las lenguas vernáculas. Fueron precisamente estos nombres los que aprendieron los conquistadores castellanos de sus auxiliares mexicanos. Sólo así se explica que Cortés afirmara que hacía días tenía noticias de Utatlán y Guatemala, y que Alvarado, a su vez, haya nombrado a estas mismas ciudades, a Quetzaltenango y a Zapotitlán, ignorando sus nombres verdaderos.

Arriola, en su Libro de las Geonimias de Guatemala, se refiere a varios casos de ciudades con nombres de origen mexicano para las cuales se conocen también los nombres antiguos de origen mayense. En estos casos el nombre mexicano tiene casi siempre una etimología muy semejante a la quiché o cakchiquel, como en los siguientes ejemplos:

•Almolonga significa donde mana agua; el nombre original era Bulbuxyá, manantial de agua;

•Chichicastenango, lugar de las ortigas o chichicastes, se llamaba Chugüilá o Chilá, que son palabras que tienen el mismo significado;

•Chimaltenango, muralla de escudos o rodelas, era Bocob o Bocó, que significa escudo o rodela;

•Mazatenango, lugar de venados, se llamaba Cakolquiej, que tiene también un significado equivalente;

•Totonicapán, en el lugar del agua caliente, se llamó Chuimekenhá, lugar sobre el agua caliente; y

•Zapotitlán, lugar de zapotes, era Xetulul, lugar al pie de los zapotes.


Todos fueron asentamientos contemporáneos al de Guatemala y lo que ocurrió con sus nombres debió ocurrir también con el nombre Guatemala y, por consiguiente, se podría resolver el caso del significado etimológico de este último, si se le aplica el mismo patrón y se traduce el nombre cakchiquel de donde se obtuvo el nombre Cuauhtemallan. No es difícil identificar este vocablo, pues sólo hay dos que pueden ser equivalentes a Guatemala: Iximché, la ciudad que sirvió de asiento a Santiago, y cakchiquel, el nombre de la nación indígena o país que tuvo a Iximché por capital.

El lienzo de Tlaxcala no ayuda a solucionar el problema. En las láminas dedicadas a la conquista de Guatemala se identifican con ciertos dibujos o jeroglíficos los nombres de algunos pueblos. Por ejemplo, hay un árbol, presumiblemente de zapotes, en la lámina de Zapotitlán; unas largas plumas (de quetzal?) en la de Quetzaltenango y la figura de un perro en la de Ytzcuintepec. En la correspondiente a Quauhtemallan el jeroglífico es la cabeza de una ave rapaz, posiblemente un águila. Si Quauhtemallan fuera la traducción de Iximché, el jeroglífico debería ser un árbol de ramón, o en todo caso una milpa o una mazorca y no una águila. Por este jeroglífico García Elgueta, citado por Arriola, propuso para Quauhtemallan el significado de Aguila Cautiva, pues águila en náhuatl es Quauhtli. Para otros autores la cabeza del águila es el jeroglífico de la primera sílaba de Quauhtemallan.

Quauhtemallan es la traducción de cakchiquel, el nombre de la nación o pueblo en cuya capital asentó Alvarado su real y fundó la ciudad del Señor Santiago, primera ciudad de españoles en nuestro territorio. Esa era, por cierto, la opinión de los indígenas Principales de Santiago Atitlán cuando se les preguntó sobre el significado del nombre de Guatemala en 1585. En aquel año el Corregidor Alonso Páez Betancor, acompañado de Fray Pedro de Arboleda y del escribano Francisco de Villacastín, recababa datos, cumpliendo órdenes superiores, para la relación geográfica de Santiago Atitlán, relación que debía hacerse siguiendo detalladas instrucciones.

La primera información que se solicitaba era que se diga el nombre de la comarca o provincia en que están, y que quiere decir dicho nombre en lengua de los indios y porque se llama así'.

En el año de 155, los encuestados de Santiago Atitlán fueron los indígenas Principales que tenían más de 80 años de edad. El Gobernador Francisco Vásquez y Fernando de Soto, Pedro de Alvarado, Gonzálo Méndez Gonzálo Ortiz, Diego Ramírez y Juan Elías, respondieron que en el tiempo de infidelidad, los ancianos y señores de este pueblo siempre entendieron que el nombre y apellido de la ciudad de Santiago en su lengua materna, la cakchiquel y en traducción al mexicano quería decir Cuauhtemala. Escribiéndose C mayúscual u a u h t e m a l a.

Al seguir contestando las instrucciones de la encuenta de 1585 y pedírseles que explicaran por qué se llamaba así ampliaron su respuesta diciendo que en el tiempo de su infidelidad los caciques y señores que gobernaban las cuatro cabeceras de este reino eran Tecpán Quauhtemala, Uhtlatlán, Tecuizitlán y Atitlán. Cuando tenían guerra con otras provincias se juntaban cada uno de los señores en su tierra y nombraban dos capitanes para dirigir el ejército: Uno de los capitanes se llamaba quauhtli, que en lengua castellana se dice águila, este capitán se armaba y vestía sobre las armas o escaopil la insignia del águila. Como casi siempre, el capitán quauhtli usaba dicha insignia del águila, se llamó a la provincia Cuauhtemala.

En la primera parte de su respuesta los Principales de Santiago Atitlán fueron precisos en responder que Guatemala es la traducción de cakchiquel, y después explicaron indirectamente el significado del jeroglífico del águila que aparece en la gráfica de Guatemala en el lienzo de Tlaxcala: no se trata de la primera sílaba del nombre del lugar sino de la identificación del señor o capitán de los cakchiqueles. Es decir que los Principales de Santiago Atitlán confirmaron el hecho de que durante los primeros años de la dominación castellana, Guatemala y cakchiquel significaban lo mismo para los españoles y para los indios y, por consiguiente, el significado etimológico de ambas palabras debe ser igual o equivalente.

Del significado del vocablo cakchiquel no hay duda, ya que está bien claro en los textos indígenas clásicos, como el Popol Vuh y el Memorial de Sololá. En el primero se dice: 'En seguida dieron su nombre a los Cakchiqueles, Gagchequelab fue su nombre', es decir, los del árbol rojo o de fuego. Una versión semejante se lee en el Memorial de Sololá: 'Cuando llegamos a las puertas de Tulán fuimos a recibir un palo rojo que era nuestro báculo, y por eso se nos dio el nombre de Cakchiqueles ¡oh hijos nuestros! dijeron Gacavitz y Zactecauh'.

Es decir que la palabra Cuauhtemalan, castellanizada como Guatemala, es la versión mexicana de cakchiquel que quiere decir árbol o palo de fuego o rojo. Parece más aceptable la primera versión, la del árbol de fuego porque, según el Popol Vuh: Hubo una tribu que hurtó el fuego entre el humo. Y fueron los de la casa de Zotzil... No pidieron el fuego los Cakchiqueles porque no quisieron entregarse como vencidos, de la manera como fueron vencidos las demás tribus…

No es difícil identificar el vocablo Guatemala, pues sólo hay dos que pueden ser equivalentes a Guatemala: Ixhimché, la ciudad que sirvió de asiento a Santiago y cakchiquel, el nombre de la nación indígena o país que tuvo a Iximché como capital.

1 comentario:

Roberth dijo...

EXCELENTE INVESTIGACIÓN FELICITACIONES CON LO QUE ME GUSTA LA HISTORIA.....QUE HAY A PROPÓSITO QUE TAMBIEN QUIEREN CAMBIAR LA HISTORIA DE QUE EL HERMANO DE DON PEGRITO CONQUISTÓ GUATE Y NO ÉL. SALUDOS