miércoles, 22 de mayo de 2013

Fascinante jardín




En su Segunda Temporada Dominical el Ballet Moderno y Folclórico ha presentado en el Teatro de Cámara Hugo Carrillo para niños “El Jardín Perdido”. La historia se desarrolla en un bosque donde dos niños juegan pelota, encuentran a una vieja deteriorada que es la Madre Naturaleza (su forma es el mal estado por el trato incontrolable del hombre), la cual está a punto de morir.

Madre Naturaleza lleva a los niños a un jardín escondido que es el único que queda y donde ella protege a las últimas especies de la flora y la fauna. Los niños lucharan por proteger y ayudar a la Madre Naturaleza enseñando al público infantil la necesidad de vivir en armonía con el medio ambiente y sus habitantes y no dejar que el mundo de concreto y metal se imponga ya que “es la destrucción de todos los seres que habitan el planeta tierra”.


Ya me he referido a la incursión en la temática infantil que el Ballet Moderno y Folclórico ha hecho desde que Fernando Juárez es Director General de la entidad. La misma viene a nutrir la “participación folclórica  de la entidad y a sacarla de su encastillamiento combinando teatro y danza moderna, lo cual por innovador es criticado por artistas y público en general y auto criticado por sus mismo integrantes.

Quizá deba ofrecerse un equilibrio transformando la teatralización propiamente dicha en una participación gestual, mimo o pantomimo precisamente para no quitarle su sabor de “arte” sin palabras a la danza. Creo que esto es de ir viendo la transformación y evolución del concepto ya que no dejan de tener cierto grado de razón quienes afirman que Juárez lo que ha hecho es “transportar lo que hace con Centauro, su agrupación dramática al hecho dancístico o viceversa”.

Lo anterior, en estilística (un artista tiene estilo y siempre se le idéntica por el) es válido pero sin hacer perder la identidad propia del Ballet Moderno y Folclórico, el cual si bien es cierto ha sido exageradamente rígida y “ folclórica”, valga el termino, no puede ser destruida, como decimos en Guatemala, mi país “de sopetón”; es decir “de un solo golpe”, tipo nockaut boxístico. De hecho he aplaudo los últimos aportes en Danza Moderna de le entidad que, entre otras cosas, la aleja de esa connotación folclórica que si bien es cierto es apetecible en el extranjero en el interior del país nos tiene ya un poco aburridos por no cambiar ni ofrecer nada nuevo.

El reparto artístico de “El Jardín Perdido” lo conforman Edgar Pirir, Azucena Santos, Ileana flores, Sofía Villar, María José Magaña, Ana Laura Orantes, Laura Morales, Jazmín Sagastume, Luis Diéguez, Oswaldo Martínez, Sofía Reyes, cesar estrada, Juan Magaña, Estefani Montufar, Renato carrillo, Marcio Chamale, Josué Eli, Marco Vinicio Barrios y Oscar León. 


Todos tienen un alto grado de integración aunque esta se rompe cuando ciertos personajes “hablan”. Son estéticamente interesantes las escenas de “los malos” que le inyectan energía al trabajo; la de las arañas, altamente creativa en el uso de niveles del escenario… Lamentablemente en los conjuntos, el coreógrafo hace uso de recursos primarios como el anudarse las manos y pasar “en trencito” debajo de otros brazos…
Dentro del reparto técnico cabe señalar la participación artística de Amadeo Alizares en diseño de vestuario y escenografía, logrando resultados asombrosos en el primero, aunque no podamos decir lo mismo del segundo. En el primero s interesante cómo su experiencia con el movimiento ha desarrollado una forma sencilla de vestuario que se conjuga con el mismo y lo hace relucir. Se llevan el aplauso los tocados de las flores, creativos y cómodos, dignos de cualquier diseñador internacional.

Y como la Danza es “arte de movimiento” y este, generalmente necesita de música para realizarse, no puedo cerrar el presente sin mencionar la selección musical pensadas no solo como elemento de la danza sino para mantener la atención del público, el cual está realmente “entretenido” gracias al ritmo y melodía sin importarle las pobrezas del montaje consistentes en escenografía y luminotecnia que contrastan incluso con el programa de mano, diseñado por Dharma Morales que presenta un trifoliar bien aprovechado en todas sus partes y con un gran sentido del diseño y del color.

NOTA. Las tres fotos  son tomadas de Faceboock del muro del Ballet moderno y Folclórico  El autor de la 1 y 2 es Eduardo Diéguez.

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