martes, 11 de junio de 2013

Platòn


Tengo una razón personal y otra académica para haber querido desarrollar este tema del gran personaje Platón.  Primero que nada, a nivel personal al concluir el Quinto Grado de Rosacrucismo, compruebo una vez más que mucho de la manera de pensar del mundo Occidental no sólo está influenciada por él sino que podríamos decir parte de él. El mismo cristianismo no habría podido desarrollarse como lo hizo sin los grandes aportes que se gestaron en la mente de este gran hombre.

A nivel académico es obvio el tema debido a que es uno de los filósofos que se estudia, uno de los grandes iniciados en la sabiduría egipcia y uno de los fundamentos de la manera de ser y de pensar de Occidente. Para mí el enfoque que debe dársele en la charla es cotidiano, aplicable a la vida diaria para que las personas comprendan de una vez por todas que la Filosofía no es aburrida. Al contrario…


Estudiando a Platón en el Quinto Grado de Rosacrucismo he llegado a la conclusión que bien puede ser un hombre contemporáneo aunque sabemos que el verdadero hombre no tiene tiempo ni espacio. Pero Platón pareciera haber trascendido todos los tiempos porque siempre ha estado presente y fresco. Luego veremos por qué. Jostein Gaarder en “El Mundo de Sofía”, novela sobre la Historia de la Filosofía, asegura que es importante preguntarse cuál es el proyecto de un determinado filósofo. En caso de Platón este se desarrollará como la base del Proyecto Filosófico de Occidente.


Si Platón viviera en la actualidad tendría la concordancia entre lo que dice, hace y piensa porque estaría armonizado de adentro hacia afuera como lo estuvo en su vida.  A nivel Político su teoría estaría más que vigente y tuviera muchos seguidores entre las grandes masas. Al estar armonizado de adentro hacia afuera lo que haría reflejaría su estado interior tal y como lo hace en sus escritos. Cuando leemos alguno de ellos veremos en el subtexto de los mismos que no pudieron salir de un alma caótica o desarmonizada. De ninguna manera.


En la “Santísima Trinidad” de la Filosofía”



La Filosofía Occidental tiene su cuna en la Filosofía Griega y en especial la que se conoce como Filosofía Clásica cuyos representantes son Sócrates, su discípulo, Platón y el discípulo de éste, Aristóteles. Y son precisamente estos dos últimos los que se reconocen como “Padres de la Filosofía Occidental”, ya que representan la madurez plena de la misma y su legado aún influye y pervive dentro de lo que hace, piensa y anima a nuestro hemisferio.

Importante es que la terna Sócrates, Platón y Aristóteles no tiene sentido sin mencionar a los tres. Por ello hay quienes han dado en denominarla “La Santísima Trinidad de la Filosofía”.  En algún momento los tres se funden. Platón fue discípulo de Sócrates a partir de los 20 años. Se identificó de tal manera con él que ha sido difícil decidir cuáles de sus aportaciones filosóficas son originales y cuales son obra de su maestro. Su conexión era completa porque Sócrates soñó cierta vez a Platón cual cisne que volaba muy alto.

Aristóteles, por su parte, es sin duda el Filósofo más influyente de la antigüedad tal y como lo vemos a través de la Historia de la Filosofía Occidental. Su obra pasó por tres etapas importantes. Culmina en la última, ya en su época de madurez, en el Liceo, cuando elaboró sus propias teorías filosóficas escribiendo sobre Lógica,. Metafísica, Ética, Estética, Arte y Física. Las dos anteriores tienen gran influencia de su maestro. En la segunda, su época de transición, se enfrentó con algunas de las ideas del maestro, especialmente con la teoría de las ideas, aunque siempre con mucho respeto. Obviamente, la primera época de Aristóteles es puramente platónica.

Dicha terna atiende a la Ley del Triángulo. Platón, “una de las puntas del Triángulo” diríamos en términos rosacruces. Su influencia como autor y sistematizador ha sido incalculable en toda la historia de la filosofía, de la que se ha dicho con frecuencia que alcanzó identidad como disciplina gracias a sus trabajos. Junto a Aristóteles determinó gran parte del corpus de creencias centrales tanto del pensamiento occidental como del hombre corriente (aquello que hoy denominamos "sentido común" del hombre occidental).

Platón demostró (o creó) y popularizó una serie de ideas comunes para muchas personas y que debido a los caminos que tomó la Historia de la Filosofía, en diversas versiones y reelaboraciones, se han consolidado. Con o sin cultura, pensamos en Occidente platónicamente. Como Platón dijo debía hacerse. Por eso su proyecto trasciende persona, tiempo y nación para ser de la humanidad misma.

TODOS EN EL MUNDO OCCIDENTAL PENSAMOS DE ACUERDO AL DISEÑO DE PLATON, obvio producto de ese Triángulo sagrado que constituyó con Sócrates y Aristóteles. Cuando estudiamos en uno de nuestros grados en la Orden los tipos de pensamiento (deductivo, inductivo y silogismos) los mismos obedecen al patrón establecido por Platón.

Por otra parte, no podemos abandonar el subtema de la “Trinidad” sin mencionar que en los opuestos Idealismo y Realismo forman parte del mismo conjunto. En ese sentido la línea del Triángulo que tiene en los bordes a Platón y Aristóteles recorre el mismo ya que Platón es eminentemente idealista y Aristóteles, realista.

Según E. Schure en el libro dedicado a Platón en su obra “Los Grandes Iniciados” la fuerza de la Filosofía de Platón reside en su fondo esotérico. “He aquí por qué la Academia de Atenas, fundada por Platón, duro siglos y se prolongó en la escuela de Alejandría. He aquí por qué san Agustín tomó de él ideas fundamentales de su doctrina; he aquí por qué los Padres de la Iglesia rindieron homenaje a terceras partes de su teología. En Florencia, los Medici quisieron fundar una academia y llamaron a un sabio griego, desterrado de Constantinopla, para organizarla. ¡Qué nombre le dio Mursile Finin? La llamó la academia platónica.

Hoy mismo, después de tantos sistemas filosóficos, construidos unos sobre otros se hayan hundido en el polvo; hoy, que la ciencia ha investigado la materia en sus últimas transformaciones y se vuelve a encontrar enfrente de lo inexplicado y de lo invisible, Platón vuelve a nosotros. Siempre sencillo y modesto, pero radiante de juventud eterna…”.


El apodo más famoso del mundo

Nació en Atenas en 428 AC, su verdadero nombre: Aristocles. Era de elevada estatura, grueso, tenía una gran frente y hombros anchos. Platón es un apodo, con el que pasó a la posteridad que significa “ancho de espaldas”. Perteneció a una clase social acomodada, lo que permitió recibir una educación esmerada en diversas materias.

Platón permaneció soltero toda su vida. Dominaba sus pasiones a tal grado que nunca en su vida se encolerizó.  A un principio se dedicó a la Poesía y al Teatro, lo cual abandonó por la Filosofía. Inició sus estudios filosóficos con Cràtilo, discípulo de Heráclito y los perfeccionó, a partir de los 20 años con Sócrates.

Jostein Gaarder en “El Mundo de Sofía”, novela sobre la Historia de la Filosofía, comenta que Platón “tenía 29 años cuando a Sócrates lo obligaron a vaciar la copa de veneno… siguió el proceso contra éste muy de cerca. El hecho de que Atenas fuera capaz de condenar a muerte a un ciudadano más noble, no sólo le causó una hondísima impresión sino que decidiría la dirección que tomaría toda su actividad filosófica.”.

Tras la muerte de Sócrates, Platón se dedicó a viajar por el mundo conocido y se sabe fue iniciado en los secretos egipcios. En la Magna Grecia pasó algún tiempo con la secta de los Pitagóricos y en sus tres viajes a Sicilia trató de crear un régimen político en el cual quiso poner en práctica sus teorías políticas expuestas en su libro “La República”, pero sin conseguir resultados positivos.

Como todo Iniciado su vida se funde con la leyenda y el heroísmo. Por ir a Sicilia fue vendido como esclavo y consideraron debía morir. Pero un amigo lo compró y lo devolvió a Atenas donde fue recibido como un dios. De hecho después de morir fue considerado un dios y se asegura que nadie lo vio morir.


Su Academia y los Diálogos

A los 40 años de edad Platón fundó la Academia, primera escuela filosófica organizada en plan pedagógico. Enseñó en ella durante más de 20 años los más diversos temas siendo estos los años de mayor madurez creadora en los que escribió sus obras más importantes.

Dentro de sus discípulos más distinguidos se menciona a Espeusipo, Jonaciales, Aristóteles, Teofastro y Demóstenes. Es curioso el caso de las mujeres Lastemia y Axiotea quienes usaban ropa de hombre para estudiar Filosofía. Ellos inicianel despliegue histórico del Proyecto Filosófico de Platón, de las obras verdaderamente filosóficas por lo que tiene de saber totalizador y universal, ya que trata de los más diversos aspectos de la cultura. 

Combinando prosa y poesía en su obra, Platón expuso su doctrina en forma de diálogos. Jostein Gaarder en “El Mundo de Sofía”, comenta que “en la Academia de Platón se enseñaba Filosofía, Matemáticas y Gimnasia. Aunque “enseñar” no sea quizá la palabra adecuada, ya que en la Academia de Platón la expresión viva era lo más importante. Por lo tanto no es una casualidad que el diálogo llegara a ser la forma escrita de Platón”.

La razón de los Diálogos es Esotérica. Según E, Schure en el libro dedicado a Platón en su obra “Los Grandes Iniciados” para continuar la obra de “Sócrates, era preciso difundir la verdad. Pero Platón no podía enseñar públicamente las cosas que los pitagóricos recubrían con un triple velo. Los juramentos, la prudencia, su objetivo mismo se lo prohibían. Es la doctrina esotérica misma la que aparece en sus diálogos, pero disimulada, mitigada, cargada con una dialéctica razonadora como un peso extraño; disfrazada ella misma como leyenda, mito o parábola… Nada más fácil que encontrar las diferentes partes de la doctrina esotérica de Platón, y de descubrir al mismo tiempo los manantiales en que ha bebido. La doctrina de las Ideas tipo de las cosas, expuesta en Fedro, es un corolario de la doctrina de los Números sagrados de Pitágoras. El Timeo da una exposición muy confusa y embrollada de la cosmogonía esotérica. En cuanto a la doctrina del alma, de sus emigraciones y de su evolución, pasa a través de toda la obra de Platón pero en ningunaaparece tan claramente como en El Banquete, en Felón y en la Leyenda de Er, colocada al fin de ese diálogo….”.

Platón nos da el Proyecto Filosófico de Occidente porque su tarea era vulgarizar; es decir, hacer popular, para todos, el conocimiento. De esa forma según Schure “reemplazó la doctrina de los Tres mundos por tres grandes conceptos, que, a falta de iniciación organizada, fueron durante dos mil años como tres caminos abiertos sobre el supremo objetivo. Esos tres conceptos se relacionan igualmente con el mundo humano y el mundo divino; ellos tienen la ventaja de unirse con él, aunque de una manera abstracta. Aquí se muestra el genio vulgarizador y creador de Platón. Lanza torrentes de luz sobre el mundo poniendo en línea, una junto a otra, las ideas del Bien, de lo Bello y de lo Verdadero. Analizándolas una a otra, demostró que son tres rayos del mismo foco, que al reunirse constituye el foco mismo, es decir, Dios”.

Nosotros los Rosacruces y Martinistas evocamos tres grandes virtudes de Dios. Pero amen de eso, en cualquier libro elemental, filosófico o no, leemos que los caminos que sigue el hombre en su quehacer siempre van guiados por unos de esos valores. Así para perseguir el Bien fueron creadas las religiones y la Filosofía; para ir tras lo Bello, el Arte y para lo Verdadero, la Ciencia. Es por ello, como en caminos como el rosacrucismo se ha dado en decir que llegará el momento en que todas se fundan. Obvio si todas provienen del mismo foco, según Schure, es decir, todas son Dios.

Y no cabe duda que esto le habla al alma porque cuando escudriñábamos en un Diccionario con mi abuelo German, en la Biblioteca de éste y encontramos dichos conceptos de inmediato los anoté en un papelito y lo metí en mi porta documentos. Lo llevé de esa forma pegado a mí durante muchos años y siempre me preguntaba para qué iba a servirme esa anotación. Pero algo me decía debía quedarse allí porque para algo era. Coordinando esta charla veo la razón de ser del mismo. Otro de los símbolos que he contado me han perseguido durante toda mi vida para traerme a caminar por la seda rosacruz.


El Proyecto Filosófico

Como ya lo mencioné Jostein Gaarder en asegura que es importante preguntarse cuál es el proyecto de un determinado filósofo. En caso de Platón lo que le interesaba averiguar ante todo es “la relación entre lo eterno y lo inalterable, por un lado y lo que fluye, por el otro… lo que es eterno e inmutable en la naturaleza y lo que es eterno e inmutable en cuanto a la moral y a la sociedad. De hecho para Platón, estas son una misma cosa. Intenta captar una “propia” realidad eterna e inmutable…”.

Para Platón el mundo inteligible es el único mundo que se merece verdaderamente el nombre de realidad, pues él es quien proporciona las formas, las ideas, los modelos, de cuales el mundo natural no es más una mera copia, reflejo, imitación. Platón al hablar del mundo de las Ideas apela al alma. Habla de la reencarnación.

Jostein Gaarder en “El Mundo de Sofía”, asegura que para Platón “todo lo que pertenece al mundo de los sentidos está formado por una materia que se desgasta por el tiempo. Pero a la vez, todo está hecho con un “molde” eterno e inmutable… hay algo que todos los caballos tienen en común, algo que hace que nunca tengamos problemas para distinguir un caballo de cualquier otro animal. El caballo individual “fluye”… Puede ser viejo, cojo y con el tiempo se pondrá enfermo y morirá. Pero el “molde del caballo” es eterno e inmutable…”.

Jostein Gaarder en “El Mundo de Sofía”, explica fácilmente este tópico platónico: según él, a Platón “le extrañó cómo todos los fenómenos de la naturaleza podían ser tan iguales entre ellos, y llegó a la conclusión de que debía haber un reducido número de moldes que se encuentran “detrás de” todo lo que vemos a nuestro alrededor. A estos moldes los llamó Ideas. Detrás de todos los caballos, cerdos y seres humanos se encuentra “la idea de caballo”, “la idea de cerdo” y “la idea de ser humano”… Platón pensaba que debía haber una realidad detrás del mundo de los sentidos, y a esta realidad la llamó Mundo de las Ideas. Aquí se encuentran las “eternas e inmutables” imágenes modelo, detrás de los distintos fenómenos con los que nos topamos en la naturaleza. A este concepto lo llamamos La Teoría de las Ideas de Platón”.

Platón pensaba que nada de lo que existe en el mundo de los sentidos permanece: Todo se disuelve y muere antes o después. Según Jostein Gaarder lo que dice Platón es que “sólo podemos tener ideas vagas sobre lo que sentimos, pero si podemos conseguir conocimientos ciertos sobre aquello que reconocemos con la razón. La suma de los ángulos de un triángulo es 180ª siempre. De la misma manera, la “idea” de caballo tendrá 4 patas, aunque todos los caballos del mundo de los sentidos se volviesen cojos”.

Para Platón la realidad estaba dividida en dos: Una es el mundo de los sentidos, sobre la que sólo podemos tener conocimientos imperfectos, utilizando nuestros cinco sentidos (aproximados e imperfectos) .Según Jostein Gaarder “de todo lo que hay en el mundo de los sentidos podemos decir que “todo fluye” y que nada permanece. No hay nada que sea en el mundo de los sentidos, solamente se trata de un montón de cosas que surgen y perecen”. La otra parte es el mundo de las Ideas sobre el cual podemos conseguir conocimientos ciertos, mediante la utilización de la razón. Por consiguiente, este Mundo de las ideas no puede reconocerse mediante los sentidos.

Atendiendo lo anterior, el ser humano también está dividido en dos partes. Jostein Gaarder nos dice que según Platón “tenemos un cuerpo que fluye, y que, por lo tanto, está indisolublemente ligado al mundo de los sentidos, y acaba de la misma manera que todas las demás cosas pertenecientes al mundo de los sentidos… Pero también tenemos un alma inmortal, la morada de la razón. Precisamente porque el alma no es material puede ver el Mundo de las Ideas…Platón pensaba que el alma ya existía antes de meterse en un cuerpo. Erase una vez cuando el alma estaba en el Mundo de las Ideas… Pero en el momento en que el alma se despierta dentro de un cuerpo humano, se ha olvidado ya de las ideas perfectas… Conforme el ser humano va sintiendo las formas en la naturaleza, va teniendo un vago recuerdo en su alma. El ser humano ve un caballo, un caballo imperfecto, pero eso es suficiente para despertar en el alma un vago recuerdo del “caballo” perfecto que el alma vio en el mundo de las ideas. Con esto se despierta también una añoranza de regresar a la verdadera morada del alma. A esa añoranza, Platón la llama “eros” que significa “amor”. Es decir, el alma siente una añoranza amorosa por su verdadero origen….A partir de ahora se vive el cuerpo y todo lo sensible como algo imperfecto e insignificante. Sobre las alas del amor volará el alma “a casa”, al mundo de las Ideas, donde será librada de la “cárcel del cuerpo”.

Lo que Platón describe es un ciclo humano ideal, pues no todos los seres humanos dan rienda suelta al alma y permiten que inicie el viaje de retorno al Mundo de las Ideas. La mayoría de las personas se aferran al reflejo de las Ideas en el mundo de los sentidos.  Ven un caballo y otro caballo, pero no ven aquello de lo que los caballos son solamente malas copias. Jostein Gaarder en “El Mundo de Sofía”, nos dice que lo que Platón describe es “el camino de los filósofos”….Platón opinaba que todos los fenómenos son solamente sombra de los moldeso ideas eternas”. No obstante la gran mayoría de los seres humanos está satisfecha con su vida entre las sombras. No piensan en que tiene que haber algo que origina las sombras. Con ello, también se olvidan de la inmortalidad de su propia alma.

Como ya dijimos, la obra de Platón se confunde con la de Sócrates. Sobre todo al llegarnos esta a través de los escritos del primero. Lo que sí es obvio es que lo concerniente al alma es socrático. Irina Polà en su ensayo “El Pueblo Griego” comenta que Sócrates “coloca en el plano más alto de la escala de valores, los bienes del alma, que lógicamente son el principio de toda rectitud y honestidad, elementos sin los cuales, es imposible la elevación individual y por consiguiente la evolución social”.

Platón fue el autor de la primera utopía política de la historia de la cultura (las otras son las ciudades ideales de Moro y San Agustín y el estado marxista). Su trascendencia fue tal que cuando Cristóbal Colón fundó la ciudad de santo Domingo lo hizo inspirado en “Platonopolis”, ciudad ideal planteada en el Renacimiento de acuerdo a lo dicho por Platón. Se encuentra en “La República”, dicho planteamiento político, el cual es muy original. Se basa en su propia teoría de que la sociedad no será perfecta hasta que los filósofos se hagan al poder y que los gobernantes se hagan filósofos.

Jostein Gaarder dice que Platón al explicar por qué los filósofos deben gobernar, toma como punto de partida la composición del ser humano. Según Platón “el cuerpo está dividido en tres partes: cabeza, pecho y vientre… Cuando las tres partes del ser humano funcionan a la vez como un conjunto completo, obtenemos un ser humano armonioso…”.

Platón se imaginaba un estado construido de la misma manera que un ser humano. Igual que el cuerpo tiene cabeza, pecho y vientre, el Estado “tiene gobernantes, soldados y productores (granjeros, por ejemplo). De la misma manera que una persona armoniosa muestra equilibrio y moderación, un estado justo se caracteriza porque cada uno conoce su lugar en el conjunto… Es decisivo para crear un buen Estado que sea gobernado por la razón. De la misma manera que la cabeza dirige al cuerpo, tiene que haber filósofos que gobiernen la sociedad”.

En “La República”, Platón plantea el famoso Mito de la Caverna. Nos dice que la realidad de los seres humanos semeja una caverna desde donde se divisan sombras provenientes de una luz a manera de proyecciones cinematográficas el que logra llegar a ella consigue la iluminación pero regresa para ayudar a los demás y aunque es incomprendido en su tiempo, por los que no han visto la luz constituyen los grandes hombres que hacen avanzar a la Humanidad en distintos campos, aunque Platón enfatiza en los filósofos.

Jostein Gaarder explica que “lo que Platón describe en el Mito de la Caverna es el camino que recorre el filósofo desde los conceptos vagos hasta las verdaderas ideas que se encuentran tras los fenómenos de la naturaleza. Seguramente también piensa en Sócrates, a quien mataron “los moradores de la caverna” porque hurgaba en sus ideas habituales, queriendo enseñarles el camino hacia la verdadera sabiduría. De ese modo el Mito de la Caverna se convierte en una imagen del valor y de la responsabilidad pedagógica del filósofo. Lo que quiere señalar Platón es que la relación entre la oscuridad de la caverna y la naturaleza del exterior corresponde a la relación entre los moldes de la naturaleza y el mundo de las Ideas. Una foto de muchacha hermosa no tiene por qué resultar oscura y triste, más bien lo contrario, pero sigue siendo sólo una imagen”.


Con las Mujeres

Al decir Platón que “lo más importante es el amor y no el sexo” se refería al estado entre almas. Si bien es cierto una de las razones de la soltería de Platón era el gran amor que sintió siempre por su esclavo y porque obviamente las mujeres no le gustaban como preferencia sexual… Platón siempre les dio a las mujeres su lugar. Ya he mencionado que a su academia pertenecían mujeres que debían disfrazarse de hombres.

Jostein Gaarder en “El Mundo de Sofía”, comenta que Platón “opinaba que las mujeres podían ser gobernantes del estado, igual que los hombres, precisamente porque los gobernantes gobernaran el estado en virtud de su razón. El pensaba que las mujeres tienen exactamente la misma capacidad de razonar que los hombres… Por regla general, podemos decir que Platón tenía una visión positiva de las mujeres, al menos si tenemos en cuenta la época en que vivió. En el diálogo El Banquete, una mujer, Diòtima, la que proporciona conocimientos filosóficos”.

Claro que Platón como miembro de la cultura griega veía la homosexualidad con otros ojos a los que se ven actualmente en Occidente. Para el efecto debemos entender dos cosas:

  1. Lo que llamaremos CULTURA BISEXUAL: Grecia se distinguió por ser una cultura sexofilica. No era homofóbica. La civilización griega era un mundo esencialmente masculino y muy por el contrario de lo que pudiera pensarse el culto al afeminamiento en los jóvenes  y la compra y venta de favores sexuales provocaron un gran rechazo.  Según Michel Foucault en su “Historia de la Homosexualidad” puede hablarse de bisexualidad si pensamos en la libre elección que ellos se permitían, entre los sexos, pero esta posibilidad no se refería para ellos a una doble estructura, ambivalente y bisexual del deseo. A sus ojos, lo que hacía que se pudiera desear a un hombre o a una mujer era solamente el apetito que la naturaleza había implantado en el corazón del hombre hacia quienes son bellos cualquiera que fuera su sexo.  Los griegos no imaginaban tampoco que un hombre tuviera necesidad de otra naturaleza para amar a un hombre pero si era necesaria una ética estricta y una reflexión filosófica profunda.
  2. LA CONDICIÓN DE LA MUJER PROPIAMENTE DICHA: En Grecia la mujer ocupó un lugar secundario, restringido políticamente y sin ninguna participación en la vida pública o intelectual. La Grecia antigua separó tres tipos de mujeres: La del papel reproductivo, la del sexual placentero, la del afectivo social. La actitud del Cristianismo hacia la homosexualidad no finca tanto en la tradición judeo cristiana sino, tal y como lo señalan los especialistas, a la reclusión de la mujer y su pasividad frente a la vida pública, lo cual se dio mucho en el mundo griego donde empezó a proliferar el Cristianismo. El contenido más novedoso del Cristianismo fue el sitio excepcional que concedió a la mujer en sociedad, y esta reforma tan radical en las costumbres de la época, cambiaron el centro de gravedad del amor: Del adolescente pasó a la mujer. El clan perdió poder y pasó este a la familia, en el hogar.
Sócrates y Platón abogaron por la igualdad de sexos. El último defendió la libertad sexual para hombres y mujeres.Aristóteles consideró a la mujer como un ser inferior.


En clave Rosacruz

Además de algunos elementos ya dados, podemos entender la obra de Platón de acuerdo a la Filosofía Rosacruz:

  1. Consagró su vida a meditar sobre la relación que une al hombre con la divinidad. No es difícil inferir si fue iniciado en Egipto la manera en que meditaba, utilizando la postura rosacruz.
  2.  Los tres grandes principios de su obra son Dios, Materia e Idea. Para Platón el universo es obra de un dios que lo creó de materia preexistente, y eterna que tiene origen en el Éter. Dios es un Arquitecto, evidente influencia de la Escuela Pitagórica. Y algo que está plasmado en el Manuscrito de Nodín de los Rosacruces
  3. Reencarnación: El alma conserva memoria de conocimientos de vida en vida. Por ello “el hombre no aprende, recuerda”.
Platón describe un ciclo humano ideal, pues no todos los seres humanos dan rienda suelta al alma y permiten que inicie el viaje de retorno al Mundo de las Ideas. La mayoría de las personas se aferran al reflejo de las Ideas en el mundo de los sentidos. Ven un caballo y otro caballo, pero no ven aquello de lo que los caballos son solamente malas copias… la gran mayoría está satisfecha con su vida entre las sombras. No piensan en que tiene que haber algo que origina las sombras. Con ello, también se olvidan de la inmortalidad de su propia alma.

Pues bien, la senda Rosacruz es ese camino de los filósofos. Sabemos que este mundo es imperfecto. Sólo un reflejo. Que nuestra alma inmortal debe regresar y contribuimos a ese viaje de regreso al Mundo de las ideas. Si bien el mundo de las sombras es nuestro laboratorio perfecto, sabemos pasará y que no quedaremos en el mismo. Está para trascenderlo y Platón para seguírnoslo enseñando, de acuerdo a lo que hemos dado en llamar El Proyecto Filosófico de Occidente. Finalizo, por ello, volviendo a citar lo que Schure nos dice en “Los Grandes Iniciados” “…hoy, que la ciencia ha investigado la materia en sus últimas transformaciones y se vuelve a encontrar enfrente de lo inexplicado y de lo invisible, Platón vuelve a nosotros. Siempre sencillo y modesto, pero radiante de juventud eterna…”.


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