En el Festival Apolo participó la Escuela de Ciencias Económicas de la USAC con Romeo y la Teta, basado en el Romeo y Julieta de Shakespeare. Dejan a un lado el diálogo shakesperiano y usan el guatemalteco porque, obviamente, su público es popular como lo es el de la Huelga de Dolores en cuyo marco se circunscribe. Y aquí viene el primer comentario: Buena adaptación en cuanto a lenguaje se refiere dentro del contexto en el que están acostumbrados desenvolverse pero un poco excesiva de lo que denominamos “malas palabras” para otro tipo de públicos. Así que el primer consejo es: Si quieren ampliarse espacio, moderen el léxico…
Veinte años cumple este grupo. Varias son las generaciones que lo han integrado. Y desde sus inicios se transmiten en una especie de tradición oral los papeles y las obras. La mayoría de las veces, sus textos, propios o adaptados como en este caso, son simples pretextos para lo que verdaderamente se proponen: Hacer que el público reaccione y reflexiones ante su problemática.
Como expertos en las Ciencias Económicas estos muchachos dan énfasis en la crisis económica del país y señalan a las autoridades –económicas, políticas y civiles- como responsables de las mismas. He allí porque Capuleto, el padre de Teta, que se opone a que su hija se relacione con Romeo, símbolo de las clases oprimidas, se apellide nada más y nada menos que Arzú.
Espontaneidad, sentido del humor y una gran hermandad entre sus integrantes son de las cosas que se perciben al estar en contacto con Tenemos Hambre, quienes no se contentan sólo con hacer teatro sino que piensan siempre en ayudar al prójimo repartiendo juguetes, ayudando a los pobres y presentando sus obras de manera ad honorem donde requieran su presencia.
Con un gran éxito en las comunidades del interior de la República donde se presentan, los integrantes de este elenco son muy talentosos. Su capacidad histriónica la envidiaría cualquier actor profesional y el resultado en conjunto, cualquier director. Pero como también se vale en un artículo como este mencionar lo que a uno le gusta, aplaudo muchísimo la capacidad histriónica de quienes interpretan los personajes de la Monja, el trío que llevan serenata a Teta –sobretodo el cantante- y el señor Capuleto Arzú, este último poseedor de un gran talento actoral y direccional, increíbles.
Si bien es cierto, Esbyn, intérprete de Capuleto Arzú, no funge como director escénico, su experiencia, al ser el más antiguo en la agrupación, lo hace tener la batuta de esta orquesta de dirección y creación colectiva y haber desarrollado su voz como todo un locutor. Felicitaciones de nuevo.
Fotos de Tenemos Hambre en Festival Apolo:
Tenemos Hambre en Festival Apolo |
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