lunes, 7 de febrero de 2011
Manuel, expresión máxima del Cósmico
POR CESAR CHUPINA. Fue Manuel Corleto quien me hizo quedarme en el mundo del Teatro. Descubrí sus libros en la Biblioteca de la ENAD. Al preguntarle al director de entonces quién era él, me dijo, producto de su celo profesional, no tenía ni idea.
Empecé a estudiar su obra. Lo contacté para hacerle un homenaje en Radio Faro. Mariabelem me escribió desde USA que sólo yo podría ser… nos hicimos amigos con Manuel, su esposa Patty. Los frecuentaba en su casa. Hasta desayunábamos juntos.
Manuel entonces ya había hecho historia en el teatro no sólo con sus texto de gran altura internacional sino que por sus propuestas de montaje en el que la introducción de elementos audiovisuales a la escena y hacer el primer desnudo son de su paternidad.
Empezó a incursionar en otros géneros. Entre ellos la televisión. E hizo la primera telenovela llamada Azul. Hacía también música y poesía. Hasta que decidió seguir los caminos de Jorge Luís Borges y crear híbridos. Por ellos sus obras de teatro parecen novelas y sus novelas parecen textos de teatro.
Incursionó en la narrativa cuando ya era multipremiado como dramaturgo y pasó lo mismo. Ganó muchos premios. E hizo escándalos como cuando fingió romper el cheque que contenía la cifra que había ganado al hacerse acreedor al primer lugar de un certamen de novela.
Y es que Manuel, si bien era escandaloso y le gustaban las protestas y decir lo que pensaba, la mayoría era puro teatro. Fue así como me propuso que nos peleáramos por la prensa para publicitar una su obra. Accedí. El elenco no lo sabía y se me echó encima pero se frenó al saberse haría el ridículo y enterarse que todo era planeado por su mismo director. El que no se frenó y del ridículo pasó a la agresión y al odio hasta que la muerte nos separó fue Mario Monteforte Toledo, autor de la obra… que por cierto ni vale la pena mencionar porque de todos es sabido que Monteforte de dramaturgo no tenía nada. Ni la mugre en las uñas de Corleto.
Así como me alegró la muerte Monteforte porque su odio hacia mí se murió con él, así lloré a Corleto no sólo porque éramos cuates sino porque con él desaparecía el actor, galán de cine y TV, dramaturgo, novelista, poeta, músico… bueno… además se nos fue joven. Y antes de morir decidimos dedicarle el Festival Apolo por todo lo que él representaba. Por ello en el programa pusimos una frase de él, de cuando joven, no quería inscribirse en las academias por tímido. Pidió a un amigo lo hiciera por él. Y empezó a estudiar en serio las Bellas Artes.
Eso es precisamente el Festival, un encuentro entre quienes quieren ver en serio el Arte y eso sólo se inicia estudiante. La primera edición de Apolo en Alianza Francesa dio frutos muy grandes. Se le dio allí el primer empujó a valores de todas las ramas que ahora han destacado muchísimo. Nombres ni para qué decir porque es cierto. Como lo es los émulos y chambres que han hecho otros disfrazados de festivales sólo para justificar el pisto que les viene de fuera y que no han sido más que estafas. Porque para tener éxito, el pisto es secundario. Importa tener agallas como las que tenía Manuel y sobretodo la humildad necesario para admitir que no es cosa de uno y por ello debe echar a quien odia o le cae mal sino cosa del cósmico por quien todo fue creado y por quien todo fue hecho y de quien personajes como Manuel son una de sus máximas expresiones.
Salud Manuel donde quiera que estés. Nos volveremos a ver… según las leyes cósmicas así será. Salúdanos a Apolo.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario